Contribuye al funcionamiento normal de los músculos, equilibrio electrolítico y al metabolismo energético normal.
Facilita el transporte de los ácidos grasos de cadena larga hacia las mitocondrias, donde se someten a oxidación para producir energía.
Disminuye los calambres, espasmos musculares y mejora la capacidad de recuperación tras la actividad física. Contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales.